Hace ya algunos años, en el periodo más ideológico de la Revolución, Silvio Rodríguez en un programa de la TV alabó la labor de un grupo de ese tiempo unos británicos desconocidos llamados los Beatles entonces prohibido por el régimen razón por la cual fue sancionado y acosado por un tiempo, Silvio cuenta de ese entonces:
'No hace mucho vi a Fidel, en la televisión, diciéndole a los jóvenes que cada cual podía llegar a sentir que era, en sí mismo, la Revolución. Para mi no fue revelación sino memoria, porque la fe que reconquisté por sobre la agonía la adquirí una joven noche, a principios de 1968, cuando la ignorancia me desterró de mi pasado y mi futuro, o sea de mi vida, de mi Revolución, abandonándome en el presente más desesperado de mi existencia. Salí de aquel recinto con la cabeza en brumas y caminé en silencio hasta mi casa, presintiendo lo que aquel extraño juez ignoraba y yo tampoco conseguía atrapar, allí en la punta de mi espíritu. De pronto, tocado por un rayo, me detuve y grité, en medio de la calle: “Y ¿quién coño le habrá dicho a ése que la Revolución es propiedad privada de nadie? ¡Yo soy la Revolución!”
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